
HOY NO ME SIENTO NADA DE BIEN , MÁS BIEN TODO LO CONTRARIO
En Japón, hoy en día, el término herbívoro significa "hombre de nacionalidad japonesa que ahorra dinero, evade el sexo, tiene afición a la ropa fina, con un estilo de vida tranquilo y menos competitivo".
Denominados Shoushoku dansy, se traduce al inglés como grass-eating boys y finalmente al español como herbívoros.
El término fue originalmente utilizado por la columnista de cultura pop Maki Fukasawa, el año 2006, para describir a los hombres que desafiaban las ideas tradicionales acerca de la masculinidad. Maki dice que en Japón, al sexo se le describe como una relación de carne, por lo que a este tipo de hombres se les llama herbívoros ya que ellos no están interesados en cuestiones carnales.
Una subsidiaria de Dentsu -la agencia de publicidad más grande de Japón- estima que en la actualidad, un 60% de la población masculina alrededor de los 20 años, se consideran a sí mismos grass eaters o herbívoros.
Matsushita Electric Works, importante fabricante de productos y muebles para baño en Japón, anunció recientemente que más del 40% de los hombres en ese país se sientan en la toilette para orinar.
Por su parte, la compañía de Tokio, WishRoom, ha comenzado a vender ¡brassiers -sostenes- para hombres!
Barcelona, EFE
Un peatón de unos 50 años ha fallecido, el martes 02 de septiembre, tras caerle encima el cuerpo de una mujer suicida que se había arrojado desde un octavo piso en Viladecans (Barcelona).
La mujer falleció en el acto mientras que el peatón, de origen ucraniano, quedó malherido y fue trasladado al Hospital de Bellvitge, donde murió poco después.
Esta noticia me recordó este otro caso: En Francia, Jacques LeFevrier quiso asegurarse de su muerte cuando intentó el suicido. Fue a la cima de un acantilado y se ató un nudo alrededor del cuello con una soga. Amarró la otra extremidad de la soga a una roca grande. Bebió veneno y se incendió la ropa. Hasta trató de dispararse al último momento. Saltó al precipicio y se disparó al mismo tiempo. La bala no lo tocó pero al pasar cortó la soga sobre él. Libre de la amenaza de ahorcarse, cayó al mar. El repentino zambullido en el agua extinguió las llamas y le hizo vomitar el veneno. Un pescador caritativo lo sacó del agua y lo llevó a un hospital, donde murió... de hipotermia.
Hace 4 años, tuve un sueño, dar vida a este blog, con la intención de compartir, de aportar con un gramo, perdón grano, al desarrollo de este país. Al iniciar este desafío, de inmediato fui hostigado, amenazado, e incluso extorsionado por mi voluntad.